¿Cómo se mide el éxito de una cirugía bariátrica?

La cirugía bariátrica es un conjunto de técnicas quirúrgicas destinadas a corregir la obesidad, una enfermedad crónica con muchos riesgos para la salud. A menudo, la cirugía bariátrica se considera cuando una enfermedad comienza a causar problemas emocionales y de salud.

¿Cómo se mide el éxito de una cirugía bariátrica?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se define como un IMC de 30 o más. Un IMC superior a 40 se considera obesidad mórbida. Si bien la cirugía bariátrica es la forma más efectiva de corregir esta enfermedad, es importante saber que requiere que el paciente se comprometa a cambiar su estilo de vida. En este sentido, la cirugía debe ir acompañada de una cuidadosa alimentación y actividad física.

Las causas más comunes son:

  • Mejora tu calidad de vida física y mental.
  • Mejorar o curar enfermedades relacionadas con la obesidad.
  • Mejorar la autoestima.

Las personas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40 necesitan cirugía para tratar la obesidad. Las personas con un IMC superior a 35 también pueden requerir una intervención quirúrgica si se desarrollan afecciones relacionadas con la obesidad, como:

  • Diabetes.
  • Hipercolesterolemia.
  • Hipertensión arterial.
  • Problemas en las articulaciones.
  • Apnea del sueño.

¿Cómo se mide el éxito de una intervención?

Podemos utilizar parámetros objetivos, como la reducción porcentual del sobrepeso y la mejoría o curación de la enfermedad asociada, o parámetros más subjetivos, como la mejora de la autoestima y la calidad de vida del paciente: ¿merece la pena dado el resultado? ¿intervenir? ¿Necesito otra operación? ¿Recomendarías la cirugía a tus amigos?

Las respuestas a estas preguntas definieron la satisfacción del paciente después de la intervención. Es importante señalar que en muchos casos el paciente y el cirujano no se ponen de acuerdo sobre el éxito del procedimiento. Sorprendentemente, todavía podemos encontrar pacientes felices a pesar de los resultados mediocres, y los cirujanos pueden aceptar pacientes decepcionados con resultados.

En algunos casos, las intervenciones se realizan como una cirugía estética, siendo la principal motivación mejorar la figura. El objetivo de la cirugía no es conseguir un peso ideal, sino mantener la pérdida de peso en el tiempo, lo que supone una mejora de las enfermedades asociadas y un aumento de la calidad y esperanza de vida, que no tiene por qué ser la ideal. La cirugía bariátrica no es una cirugía «estética», sino una cirugía para ganar salud.

Los cirujanos consideraron exitosa la intervención cuando se alcanzó o superó el 50% de sobrepeso y se mantuvo durante 5 años después de la intervención. El sobrepeso es la diferencia entre su peso real y su peso ideal. Cuanto más sobrepeso tengas, más kilogramos deberás perder para tener éxito. Si un paciente pesa 200 kg y su peso ideal es de 80 kg, tiene un sobrepeso de 120 kg. Un resultado exitoso es una pérdida de al menos 60 kg en 5 años.

Estos estándares se usan como referencia, porque al final, lo más importante es que el paciente sienta que la operación lo ha mejorado, y le pregunta si volverá a operarse de la obesidad. La respuesta es sí, en este caso podemos considerar la operación exitosa independientemente de la «calculadora».

Vemos que el factor temporal es importante, por lo que debemos evitar técnicas que consigan una pérdida de peso inicial en el primer año, muchas veces basadas en un estrecho seguimiento nutricional, pero que no han demostrado ser efectivas para mantener estas pérdidas de peso.

Para aquellos pacientes que no consiguen resultados óptimos, en algunos casos es posible realizar una segunda intervención, que se denomina “cirugía de conversión”, donde se realizan modificaciones o cambios a la técnica original. En el caso de la gastrectomía en manga, existen opciones claras, pero no así en el bypass gástrico, donde las nuevas intervenciones para corregir los malos resultados son más complicadas y los resultados más inciertos.

¿Qué técnicas son las más utilizadas?

Actualmente, existen dos técnicas que se practican a gran escala: la cirugía de manga y el bypass gástrico. Ambos han demostrado su eficacia a largo plazo.

Por un lado, las mangas gástricas son un procedimiento adecuado para la mayoría de los pacientes y son la técnica más utilizada en el mundo. Esta es una cirugía restrictiva que reduce la capacidad del estómago y trata de reducir la ingesta de alimentos. Consiste en extirpar el 80% del estómago, dejando el estómago en forma de tubo.

Por otra parte, la cirugía de bypass gástrico es especialmente beneficiosa para las personas con diabetes tipo 2 que padecen una enfermedad grave de reflujo gastroesofágico. Es un procedimiento híbrido que combina efectos restrictivos y de mala absorción. En esta cirugía, la mayor parte del estómago no se extrae, sino que se extrae junto a una parte del intestino delgado.

Antes de la cirugía es importante que el paciente pierda entre un 5% y un 10% de su peso corporal. La técnica utilizada se elegirá siempre en función del grado de obesidad y de la enfermedad individual del paciente.

Actualmente, todas las técnicas se realizan por vía laparoscópica, de modo que el riesgo de complicaciones y el tiempo de recuperación se reducen a medida que el paciente es dado de alta al cabo de 2 días.

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