Actualmente más de cuatro millones de españoles padecen incontinencia anal, un trastorno que la mayoría sufre en silencio y que cuenta con numerosos, innovadores y eficaces tratamientos. Miedo, vergüenza o desconocimiento son las comprensibles razones que justifican que hasta cuatro millones de españoles padezcan incontinencia anal y no lo cuenten.
La incontinencia anal y cómo solucionarla
El abanico de síntomas puede ser muy extenso. Incluye desde la flatulencia incontrolable a las urgencias sólidas, que suelen obligar a dejar todo lo que se está haciendo. Una circunstancia incapacitante que condiciona cualquier actividad social, profesional o personal del afectado.
Unos 6 millones de hombres y mujeres sufren incontinencia» de cualquier tipo en España y entre 2 y 4 millones sufren incontinencia anal. Se trata de un trastorno mucho más frecuente de lo que cabría pensar.
Afecta más a mujeres por encima de los 50 años y está asociado a distintos factores de riesgo, como los partos instrumentados o la diarrea crónica. Y a distintos tipos de tratamientos, como la cirugía de la pelvis, la radioterapia prostática o genital femenina, además de las enfermedades degenerativas. Por ello es una patología especialmente habitual en residencias geriátricas.
Además del tratamiento médico y de la cirugía reparadora, existen otros tratamientos que aún son poco conocidos. El implante de biomateriales o la neuromodulación es uno de ellos. Puede realizarse desde el punto de vista periférico, neuromodulando el nervio tibial posterior, o desde el punto de vista del sistema nervioso central mediante la intervención de raíces sacras. Son técnicas que dan muy buenos resultados, y para los pacientes supone recuperar su calidad de vida.
Soluciones a la incontinencia anal
Es un problema que limita la vida de los pacientes en gran medida, desde el punto de vista social, laboral y de pareja y es importante transmitir que tiene solución. Además de las cirugías reconstructivas o los innovadores tratamientos de neuromodulación ya mencionados, existen otras posibilidades: modificaciones dietéticas, lavativas, fármacos o medidas de rehabilitación anal y de suelo pélvico.
De hecho, la cirugía reconstructiva se reserva para casos con incontinencia de moderada a grave. En cualquier caso, el abordaje siempre es multidisciplinar y requiere de un alto nivel de especialización. También es recomendable la implementación de tratamientos preventivos en personas de riesgo, y la recomendación de hábitos dietéticos específicos y ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico.
Prevención y visibilización
A continuación les dejamos algunas recomendaciones a las personas expuestas a esta afección:
- Evitar cambios en la dieta que desajusten las evacuaciones.
- Realizar una limpieza específica y metódica del área, aplicando a continuación una crema hidratante.
- Emplear un irrigador cuando lo indique el médico.
- Llevar una muda de recambio para hacer frente a cualquier emergencia.
- Aplicar desodorantes cuando sea necesario.
- Establecer una rutina a la hora de ir al baño; y localizar los servicios allá donde se vaya.
El problema de la incontinencia se ve agravado porque los pacientes no saben a qué profesional acudir, y en ocasiones éstos tampoco conocen el diagnóstico ni el tratamiento si no se encuentran dentro de unidades especializadas.