Piel más hidratada con ácido hialurónico

El ácido hialurónico se trata de un compuesto químico que se encuentra de forma natural en la piel de cada uno y que tiene una gran incidencia en nuestro envejecimiento. Esta sustancia es vital en la hidratación de la piel y su elasticidad, así como en la aparición de arrugas.

Piel más hidratada con ácido hialurónico

Es recomendable incluir cosméticos con esta sustancia en nuestra rutina de cuidados faciales. El problema básico de estos productos es su escasa capacidad de penetración. Tienen grandes dificultades para atravesar la barrera de la piel, por lo que tendrán incidencia en la capa cutánea más superficial. Obviamente la eficacia de estos productos también se verá condicionada por la concentración y calidad del ácido hialurónico que contenga.

Es por esto mismo que los cuidados cosméticos normalmente no son suficientes para mantener o recuperar la hidratación de la piel y prevenir su envejecimiento con el paso del tiempo. Al rededor de los 50 años ya se ha perdido hasta la mitad del ácido hialurónico que se tenía en la infancia.

El proceso de envejecimiento es un hecho determinante, pero también se deben tener en cuenta la contaminación, la acción de los radicales libres del sol, la falta de descanso, el tabaco, la falta de descanso u otros factores externos.

La mesoterapia facial permite tratar la piel en las capas más profundas, donde realmente tienen lugar los procesos de regeneración cutánea. Si se realiza en manos expertas, se trata de un proceso estético sencillo, que ofrece unos resultados muy positivos desde la primera sesión, logrando un aspecto más saludable, rejuvenecido y revitalizado.

Mesoterapia facial con ácido hialurónico

Sirve para mejorar la calidad de la piel y se basa en la infiltración de ácido hialurónico, combinado con aminoácidos, vitaminas, oligoelementos o silicio orgánico mediante diversas micro inyecciones. El ácido hialurónico tiene la capacidad para retener agua y, de este modo, recuperar la hidratación cutánea inmediatamente, mejorando la apariencia de la piel en la primera sesión.

Su administración en la dermis incrementa la profileración de fibroblastos, las células cutáneas responsables de fabricar nuevo ácido hialurónico. Esto permite que la hidratación de la piel mejore con el tiempo y que los resultados sigan visibles meses después del tratamiento.

Otro beneficio es que estimula la producción de fibras de colágeno, responsables de la firmeza de la piel, así como de la elastina, que le da elasticidad. La técnica permite tener una piel más hidratada y “jugosa”, además de iluminar y reafirmar el cutis, suavizando las arrugas y líneas de expresión.

Las vitaminas, oligoelementos y aminoácidos infiltrados colaboran con el ácido hialurónico, bloqueando la acción de los radicales libres, consiguiendo prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Está indicada tanto en pieles maduras como en más jóvenes y el tratamiento variará en función del estado del cutis y el grado de envejecimiento.

No se deben temer “los pinchazos” puesto que se realiza con una aguja muy fina y, para minimizar cualquier posible molestia, se aplica anestesia y frío local. Lo único que puede suceder tras una sesión es tener la zona tratada algo enrojecida e inflamada, aunque desaparece en pocas horas y no afecta a la vida cotidiana. Destacar que el ácido hialurónico es una sustancia reabsorbible y biocompatible, siendo un procedimiento totalmente seguro.

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