Debido a que el hirsutismo tiene varias causas, la elección del tratamiento se hará en función del punto de origen del mismo, de las manifestaciones clínicas que lo acompañen y de la edad de la paciente.
El objetivo de estos tratamientos es ralentizar el crecimiento del nuevo vello, pero no actúa sobre el ya presente.
Tratamiento para el hirsutismo
Hirsutismo de origen ovárico
Se trata de un tratamiento a base de progestágenos combinado con estroprogestágenos. Es importante que el progestágeno empleado tenga una baja actividad androgénica. Los estroprogestágenos actúan inhibiendo la secreción de gonadotropina hipofisaria y de esteroides gonadales. La reducción de los niveles de gonadotropinas reduce los niveles de testosterona libre.
En casos algo más severos, o en casos en los que la paciente presente problemas de acné, es posible recetar también antiandrógenos, que inhiben la producción de andrógenos.
Hirsutismo de origen suprarrenal
En casos avanzados de hiperplasia suprarrenal congénita el tratamiento utilizado son los glucocorticoides. Si este cursa con acné pueden administrarse también antiandrógenos.
Hirsutismo idiopático
Se trata con antiandrógenos. En mujeres adultas se han empleado con éxito inhibidores de la 5-alfa–reductasa, pero no existen estudios suficientes que avalen su seguridad para utilizarlos en pacientes adolescentes.
Tratamiento estético
Los tratamientos farmacológicos se pueden acompañar de otras técnicas que, pueden contribuir al control y desaparición del vello. Un ejemplo es el tratamiento con láser y luz pulsada en distintas sesiones dependiendo de las características del vello a tratar y del fototipo de la mujer.