Las varices son una enfermedad degenerativa, que no es grave, pero resultan antiestéticas y pueden causar molestias. Habrá casos en los que el tratamiento será paliativo, para aliviar los síntomas y evitar y retrasar su progresión, pero otros pueden curarlas definitivamente.
¿Qué tratamientos hay para las varices?
Hay que plantearse un tratamiento en los casos de varices desarrolladas y aquellas en las que se quieren evitar futuras complicaciones. Por motivos estéticos pueden tratarse las varículas o las arañas vasculares.
Medidas físico-higiénicas
Consisten en la corrección de los factores que dan lugar a la aparición de varices. No curan las varices, pero mejoran los síntomas y evitan el desarrollo de complicaciones. Hay que controlar el sobrepeso y realizar ejercicios que favorezcan el retorno venoso. Además, es importante la higiene cuidadosa y la hidratación de la piel de las piernas.
Fármacos para las varices
Existen fármacos que actúan aumentando el tono de la pared venosa, o mejorando la reabsorción del exudado, y otros que ayudan a aliviar los síntomas o tratar las complicaciones. Entre los que más se utilizan podemos destacar:
- Para aumentar el tono venoso: Cuando la vena está afectada por varices, su pared se dilata y debilita. Hay medicamentos que vuelven a dar firmeza a la pared alterada y reducen la extravasación de plasma, proteínas o agua en el tejido que rodea a los vasos, impiden la formación de edemas y reducen los ya existentes.
- Anticoagulantes de uso tópico: Impiden la formación de trombos, facilitando la circulación y limitando o eliminando los acúmulos de glóbulos rojos en los tejidos.
- Para el tratamiento de las complicaciones es necesario administrar también otros como: Analgésicos, antibióticos, anticoagulantes, antiinflamatorios, cicatrizantes, corticoides y diuréticos.
Cirugía para tratar las varices
- Método tradicional o stipping: Consiste en eliminar las venas afectadas seccionándolas entre dos ligaduras realizadas en sus extremos y extirpándolas por tracción. Requiere anestesia general y se necesita una convalecencia más larga.
- Microcirugía: Se eliminan únicamente los trayectos afectados, mediante incisiones mínimas. Se realiza con anestesia local y no precisa estancia hospitalaria, la recuperación es, por lo tanto, casi inmediata.
- Escleroterapia: Consiste en producir la irritación de las paredes interiores de la vena (endotelio), de manera que esta se cierre por sí misma, quedando esclerosada, es decir, como un cordón cicatrizado sin sangre en su interior y, por tanto, prácticamente invisible.
- Láser o fotoesclerosis: El láser es un rayo de luz de un solo color (monocroma) que es captada específicamente por un color. Las células que tienen ese color, absorben la energía luminosa, se calientan, y terminan por destruirse por este calentamiento, sin que esta destrucción afecte a los tejidos circundantes. En los tratamientos con láser de las varices lo que se calientan son los glóbulos rojos y, al transmitir ese calor al endotelio, hacen que este se esclerose.
- Radiofrecuencia: Se utilizan ondas de radio que mediante la introducción en la vena de un catéter con dos polos, que son los que transmiten la energía térmica a la pared del endotelio, producen el cierre de la vena.
No obstante, es importante resaltar que, antes de iniciar cualquier terapia, es preciso consultar con un profesional cualificado, que aconsejará sobre las técnicas más adecuadas en cada caso, y las ventajas e inconvenientes de las mismas, así como sus posibles contraindicaciones o complicaciones. ¡Contacta con nosotros!