La cirugía de contorno corporal incluye técnicas o procedimientos quirúrgicos para tratar deformidades en diferentes regiones del cuerpo, excluyendo la cara y el tórax o los senos. Es decir, se incluyen todos los procedimientos estéticos excepto la cirugía facial y la cirugía mamaria, aunque también se considerarán las intervenciones de mammopexia de aumento y reducción mamaria en el contexto de la cirugía posbariátrica.
Tratamientos contra la flacidez corporal
Los tipos de cirugías incluidas en el contorno corporal son las que afectan el tronco, las extremidades y la zona de los glúteos, quedando excluidas las cirugías genitales o las técnicas quirúrgicas íntimas. Por lo tanto, los principales procedimientos quirúrgicos de contorno corporal son: Abdominoplastia, Cinturaplastía, Torsoplastia (con o sin Mamoplastia), Gluteoplastia o Levantamiento de Muslos, Armoplastia o Levantamiento de Brazos y Aumento de Glúteos.
El último caso también es un capítulo aparte a menos que esté relacionado con otras técnicas de contorno corporal. Se ha demostrado que todas estas técnicas mencionadas anteriormente corrigen la laxitud en cualquier parte del cuerpo.
La liposucción como cirugía sola o en combinación también corresponde a la cirugía de contorno corporal. Su indicación es para reducir los depósitos de grasa localizados en ausencia de relajación. Se utiliza como complemento a cualquier intervención combinada con eliminación del exceso de piel, resección de grasa dérmica. Es importante tener en cuenta que cualquier cirugía de remodelación corporal no es adecuada para tratar la obesidad.
Cirugía estética corporal más frecuente
Estas intervenciones son necesarias para corregir cualquier laxitud regional que pueda haber ocurrido. Por lo tanto, las personas que desean abordar la holgura, especialmente la holgura máxima, son candidatas.
La intervención más habitual es la abdominoplastia, sobre todo en mujeres, ya que sufren un deterioro de los planos musculares y cutáneos tras el embarazo. Implica reparar los músculos arqueados o flácidos en la línea media y eliminar el exceso de piel.
El único requisito indispensable para tal intervención es no tener sobrepeso, o igualmente, que el paciente se encuentre entre los valores normales de peso. No se requiere preparación de ningún tipo durante los primeros días de este procedimiento.
Este grupo de cirugías es la principal intervención que requiere una estancia hospitalaria de uno a tres días. Habrá algunas molestias en la primera semana después de la cirugía, pero no hay dolor y se trata con analgésicos y antiinflamatorios convencionales. Dentro de los 15 días, puede reanudar todas sus actividades normales, incluido el ejercicio moderado.