¿Qué es el Trastorno dismórfico corporal?

Todos tenemos alguna parte del cuerpo que no nos gusta o nos gusta menos como una nariz torcida, una sonrisa desigual, unos ojos demasiado grandes o demasiado pequeños, etc. Aunque nos preocupan estas imperfecciones, no nos condicionan ni interfieren en nuestra vida cotidiana.

Las personas que padecen el trastorno dismórfico corporal (TDC) están constantemente pensando en sus defectos. No son capaces de controlar sus pensamientos negativos y se generan una angustia emocional que les interfiere en su funcionamiento diario. Faltan al trabajo, la escuela, evitan situaciones sociales y se aíslan de amigos y familia y todo para evitar que los demás vean sus defectos.

En estos casos muchos de ellos deciden someterse a cirugías plásticas innecesaria para corregir dichas imperfecciones y la mayoría de las veces no consiguen los resultados que esperan.

Características del trastorno dismórfico corporal

El TDC es un trastorno de la imagen corporal que se caracteriza por la preocupación persistente y excesiva por un defecto leve o imaginario. El defecto puede ser algo inexistente pero para las personas con este trastorno es muy importante, incluso obsesivo. Suele causar angustia emocional y dificultades en el funcionamiento diario. Estos pensamientos pueden llevar a comportamientos compulsivos.

El TDC se desarrolla en adolescente y jóvenes y afecta a hombres y mujeres por igual. Lo que causa su aparición no está definido pero si pueden influir aspectos como factores biológicos y ambientales, predisposición genética, factores neurobiológicos como el mal funcionamiento de la serotonina en el cerebro, la personalidad y algunas experiencias de la vida.

Síntomas del trastorno dismórfico corporal

Sufren obsesiones sobre su apariencia que pueden durar de horas hasta días enteros. Estas impiden centrarse a las personas en otra cosa que no sean sus imperfecciones. Pueden pasarse días y semanas sin salir a la calle e incluso pensar en suicidarse. Los enfermos desarrollan un comportamiento compulsivo para ocultar o mejorar sus defectos. Suelen camuflar el defecto con la ropa, maquillaje, pelo, sombreros, etc.

Se miran constantemente en los espejos, o los evitan por completo, tienen depresión o fobia social, abusan de la cirugía estética o tratamientos dermatológicos y necesitan saber en todo momento los que los demás piensan de su físico.

Las personas con TDC deberían acudir a un profesional relacionado con el mundo de la psiquiatría para estudiar su caso y establecer un diagnóstico y un tratamiento adecuado.

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