Todo lo que debes saber antes de realizarte un aumento de pecho

La cirugía de aumento mamario es una de las intervenciones estéticas más solicitadas en la actualidad. Muchas mujeres buscan sentirse más seguras, realzar su figura y lograr una silueta más armoniosa a través de esta operación.

¿En qué consiste el aumento de pecho?

El aumento de pecho, conocido también como cirugía de aumento mamario o mamoplastia de aumento, consiste en la colocación de implantes para aumentar el volumen del busto.
Aunque suele tener un objetivo estético, también puede ser útil en casos de asimetría mamaria, corrección postural, o para reconstruir el pecho tras una intervención quirúrgica como una mastectomía.

¿Qué pasos seguir antes de la intervención?

Antes de someterse a una mamoplastia, es fundamental prepararse tanto a nivel físico como emocional. Contar con la orientación de un cirujano especializado es clave.

Durante el proceso previo a la cirugía, la paciente se someterá a estudios médicos como análisis de sangre, mamografías o ecografías mamarias, y mantendrá una consulta con el cirujano para definir sus expectativas y elegir el tamaño, forma y tipo de implantes que mejor se adapten a su cuerpo.

¿En qué casos no se recomienda el aumento de pecho?

Este tipo de cirugía no es adecuada para todas las personas. Si la paciente atraviesa un momento de inestabilidad emocional, como depresión o trastornos alimentarios, no es recomendable realizar la operación, ya que el resultado estético no resolverá los problemas de autoestima.

Tampoco es aconsejable hacerlo por presión externa o para complacer a otra persona. Además, las mujeres mayores de 50 años deben tener en cuenta que el uso de anestesia general conlleva mayores riesgos a esa edad.

¿Qué nivel de dolor se puede esperar?

La molestia postoperatoria es generalmente soportable. Muchas mujeres pueden retomar sus actividades habituales, como el trabajo, a los pocos días si no se presentan complicaciones. Sin embargo, es importante evitar levantar los brazos durante las primeras dos semanas y posponer la actividad física intensa por al menos ocho semanas.

Como toda cirugía, conlleva riesgos y debe tomarse con seriedad. Uno de los efectos secundarios más comunes es la pérdida temporal de sensibilidad en los pezones. Además, cambios bruscos de peso pueden alterar el resultado estético, afectando la cobertura de la prótesis.

Implantes anatómicos o en forma de lágrima

Las prótesis en forma de lágrima ofrecen una apariencia más natural, ya que su diseño anatómico imita la caída del pecho. Están compuestas por un gel de silicona más denso que el de las prótesis redondas, lo que permite mantener su forma con el paso del tiempo.

Este tipo de implantes permite una mayor personalización, adaptándose con precisión a la anatomía de cada paciente para lograr el resultado más estético y armonioso posible.

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