Tipos de celulitis

La celulitis es una acumulación de tejido adiposo que se localiza en glúteos, caderas y muslos. Conocer el tipo de celulitis que sufrimos nos puede ayudar a hacerle frente con mayores garantías de éxito. La celulitis puede ser generalizada o estar localizada.

Tipos de celulitis

La celulitis generalizada solamente afecta a mujeres obesas que tienen una alimentación desequilibrada. En la pubertad aparecen los primeros síntomas, problema que va aumentando con la edad hasta que llega a producir cambios estéticos importantes como la formación de hoyuelos en el abdomen, las caderas, los glúteos y los muslos. Suele aparecer entre los 16 y 20 años y hasta los 35 años.

La celulitis localizada es una de las más complicadas, ya que no solo se trata de algo estético,  sino que también ocasiona dolores internos. En muchos casos se tiene una sensación de pesadez que se conoce como «síndrome de las piernas cansadas». En los casos más graves, se aprecia un edema importante y la persona afectada puede llegar a tener dificultades para desplazarse. Se suele desarrollar en los tríceps, la parte inferior de la espalda, el abdomen, las nalgas, e incluso en los brazos.

Tipos de celulitis por grados

Existen diferentes grados de celulitis, lo que se aprecia facilmente ya que, con solo pellizcar la piel, se puede observar que el tipo de lesión varía desde pequeñas irregularidades en forma de hoyuelos, hasta zonas con una gran hinchazón que, además, resultan dolorosas al ejercer presión sobre ellas. En los peores casos pueden dar incluso calambres.

  • Edematosa: Es la que se suele localizar en las piernas. No es dolorosa, ni se asocia a flacidez. Se caracteriza por una retención de líquidos y por presentar piel de naranja, que se observa al comprimir la piel, ya que a simple vista no es posible percibirlo. Se da sobre todo en la adolescencia.
  • Blanda: Se da en personas sedentarias con actividad física nula. También, en personas que realizaron alguna actividad física en el pasado y posteriormente la dejaron o en aquellas personas que han variado su peso en un breve periodo de tiempo. Es más problemática ya que además de la llamada piel de naranja, puede presentar otros síntomas como mareos, e hipotensión, nerviosismo, insomnio y fatiga constante.
  • Dura: Se caracteriza por la presencia de un tejido muy fibroso que rodea a máculas de grasa de diversos tamaños. Suele ser dolorosa y se asocia sobre todo con una alimentación deficiente y una piel poco oxigenada.

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