A la hora de someternos a una operación de aumento de pecho, debemos preguntarnos qué tipo de implante es el que más se adapta a nuestro cuerpo. Para conseguir ese objetivo, es fundamental que tengas una primera consulta con un cirujano plástico de confianza, y explicarle el efecto que deseas conseguir; si deseas un resultado natural, si buscas un volumen proporcionado con tu cuerpo, o mayor o menor, etc.
Es muy importante que el implante encaje perfectamente en tu tórax, tanto en anchura como en altura. Además, debemos elegir bien el volumen. Para ello, debemos tener en cuenta diferentes aspectos:
En cuanto al contenido, actualmente se utilizan las prótesis rellenas de gel cohesivo de silicona y las de suero fisiológico. La principal característica de las prótesis rellenas de gel cohesivo es su capacidad para mantener su contenido cohesionado. Sin embargo, las de suero tienen la ventaja de la mínima incisión que se necesita para introducirlas puesto que se colocan deshinchadas y se rellenan una vez dentro del pecho, y, además, si se desgasta la bolsa que contiene el suero su contenido es reabsorbido sin problemas por el organismo.
Por otro lado, existen dos tipos de prótesis, dependiendo de la forma y el resultado final que deseemos: redondas y anatómicas o en gota.
De todos modos, el resultado definitivo de la intervención no se podrá ver hasta pasado varios meses de la misma. Durante ese tiempo la inflamación irá desapareciendo progresivamente y tus tejidos se irán adaptando poco a poco a la forma y al volumen del implante.