El principal síntoma de la ginecomastia es aumento visible de la glándula mamaria. Suele ser asintomático, aunque en caso de desarrollo rápido de la lesión, puede aparecer dolor local. Dependiendo de la causa que la produzca, se acompañará de unos síntomas u otros.
Diagnóstico de la ginecomastia
Normalmente con la historia clínica, la exploración física y una analítica de sangre con hormonas, es suficiente para alcanzar el diagnóstico de ginecomastia y su causa. Otras veces esto no es suficiente y es necesaria la realización de otras pruebas más complejas.
Historia clínica
Es importante recoger algunos datos fundamentales sobre el enfermo, entre los que se incluyen su edad, el tiempo de evolución de la ginecomastia, y cuáles son los síntomas asociados. Además, es obligatorio preguntar sobre el consumo de fármacos u otras sustancias que puedan haber producido el crecimiento de la glándula mamaria.
Se debe interrogar al paciente sobre antecedentes personales de enfermedades testiculares, hepáticas o renales, y sobre antecedentes familiares de este aumento de mamas.
Exploración física
Es importante realizar una exploración física lo más cuidadosa y detallada posible que incluya, la exploración de las mamas. Se debe medir el peso, la altura y el índice de masa corporal del paciente, para descartar que la ginecomastia se deba a obesidad. Debe incluir una exploración mamaria bilateral, exploración abdominal y testicular. Por último, debe servir para confirmar o descartar la presencia de ganglios linfáticos.
Análisis de sangre
Si se trata de una ginecomastia persistente o de causa no aclarada por la historia clínica y la exploración física, se recomienda realizar una analítica completa que permita conocer los niveles en sangre de diferentes hormonas, así como valorar la función hepática, renal y tiroidea.
Básicamente la finalidad de la analítica es buscar la causa de la ginecomastia, descartando así que se trate de una ginecomastia secundaria.
Pruebas de imagen
Se recomiendan para diferenciar ginecomastia verdadera de masas sospechosas de cáncer, cuando la historia y la exploración física así lo sugieren. Las más utilizadas son la mamografía, la ecografía y la tomografía axial computarizada.
Pruebas histológicas
Se deben indicar sólo cuando haya sospecha fundada de cáncer de mama por la exploración física y las pruebas de imagen. Se puede realizar PAAF, biopsia o mastectomía.