Para la confianza, el equilibrio físico y la feminidad de la mujer es muy importante la forma, el tamaño y la simetría del pecho. Las mamas se desarrollan desde el nacimiento hasta la pubertad donde tienen su punto álgido, ya que en esta etapa comienza a secretarse el estrógeno, debido a los ciclos menstruales. La grasa se acumula en los tejidos conectivos y provoca el crecimiento de las mamas.
¿Qué son y cómo se corrigen las mamas tuberosas?
Las mamas tuberosas no son pechos pequeños que no se han terminado de desarrollar. Se trata de una anomalía congénita de la mama que tiene lugar en la pubertad. Se teoriza que tiene un origen embriológico y su aparición de debe a la formación de un tejido fibroso en forma de anillo alrededor de la areola que no permite el desarrollo del pecho durante la pubertad.
Debido a el estrechamiento del torax, las mamas no crecen bien hacia abajo y los lados, sino que lo hacen hacia delante creando separación y asimetría entre los pechos, hinchazón, dilatación y protuberancia del complejo areolar del pezón y mamas con un polo inferior corto, estrechas y en forma de tubo.
La solución a este problema es quirúrgico. La intervención es una de las más laboriosas y complicadas de la cirugía plástica. No hay dos casos iguales y las soluciones por consiguiente siempre son distintas. El cirujano debe adaptar el tratamiento al grado de asimetría de la mama, a la forma del pecho, al tipo de cuerpo de la paciente…
Lo principal para la corrección de las mamas tuberosas es definir las cuestiones anatómicas con la deformidad de la mama y qué es lo que se quiere corregir. Cuando la deformidad de la mama es de grado moderado o severo lo que se intenta es recuperar la forma, tamaño y simetría del pecho. En los casos más suaves se puede corregir la hipoplasia del seno y puede no ser consciente de la prominencia de la areola, la constricción del pecho, la mala posición del pliegue inframamario.