Riesgos y tratamientos de la obesidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa, que puede ser perjudicial para nuestra salud. Mediante un simple índice de masa corporal, o IMC, podemos detectar el sobrepeso y la obesidad en un adulto gracias a un sencillo cálculo de peso y talla.

Riesgos y tratamientos de la obesidad

La obesidad puede causar consecuencias nocivas, negativas e incluso crónicas. Si no se trata a tiempo, el daño a la salud de una persona puede volverse irreversible. Esta obesidad puede ser dañina a nivel metabólico, digestivo o inmunológico.

A nivel metabólico, el aumento del tejido adiposo provoca cambios bioquímicos y funcionales en el tejido adiposo (células del tejido adiposo), que lo convierten en un transmisor constante de citocinas proinflamatorias.

Esta inflamación puede dar lugar a enfermedades como la diabetes tipo 2, el síndrome del hígado graso, la dislipidemia o enfermedades cardiovasculares graves.

A nivel digestivo, el riesgo de desarrollar enfermedad por reflujo, esofagitis erosiva, litiasis vesicular, cáncer de estómago, pancreatitis aguda o pólipo.

A nivel inmunológico, aunque las personas con sobrepeso ya padecen un estado inflamatorio constante, esta acumulación de grasa también puede provocar un envejecimiento prematuro de la respuesta inmune debido a la acumulación de grandes cantidades de grasa ectópica en la médula ósea.

Principales causas de la obesidad

La causa principal del sobrepeso y la obesidad en adultos es un desequilibrio energético entre las calorías que entran y las que salen. Por lo tanto, el aumento del consumo de alimentos hipercalóricos o grasos y azucarados, además de nuestra actividad física diaria y el sedentarismo, pueden contribuir al crecimiento de la población obesa en la actualidad.

Tratamientos

El cambio de hábitos es, sin duda, la base más importante del tratamiento de la obesidad. Un paciente puede comenzar con algunos cambios simples, como:

  • Limitar las calorías de los alimentos ricos en grasas y azúcar.
  • Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y nutrientes, como frutas y verduras, legumbres o cereales integrales.
  • Hacer actividad física regular.
  • Se recomiendan al menos 150-300 minutos de actividad aeróbica por semana o 75-100 minutos de ejercicio vigoroso.

En algunos casos más graves, este tratamiento se refuerza con análogos de GLP-1 (semaglutida o liraglutida) o con balón intragástrico, o endoscópico durante 6 meses o con elipse deglutible.

¿Cuando someterse a una cirugía?

La cirugía bariátrica está pensada para tratar casos extremos como pacientes con un IMC superior a 35 que además tienen otras comorbilidades graves como diabetes, apnea del sueño, dislipemia, hipertensión, etc.

Por otro lado, en pacientes con IMC superior a 40, esta operación se puede utilizar incluso sin la aparición de comorbilidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies