Las pacientes que buscan una reducción mamaria suelen hacerlo por dos razones principales. En primer lugar, el volumen y peso excesivo de sus mamas les obliga a adoptar posturas que eventualmente generan dolor en la espalda y la zona lumbar. En segundo lugar, en mujeres de mayor edad, el contacto constante de las mamas grandes con la piel del surco submamario puede causar irritaciones severas, llegando a producir grietas en la piel y sobreinfecciones por hongos.
Las razones estéticas también juegan un papel importante. Muchas pacientes sienten que su gran volumen mamario les hace parecer más obesas de lo que realmente son, afectando su autopercepción y confianza, aunque tengan un peso normal y una cintura proporcionada.
¿Qué requisitos deben cumplir las pacientes para ser buenas candidatas para una reducción mamaria?
Para ser considerada una candidata adecuada para la reducción mamaria, la paciente debe presentar síntomas significativos derivados del tamaño excesivo de sus senos, como dolor crónico en cuello, espalda y hombros, problemas posturales e irritación constante de la piel debajo de las mamas.
Estos síntomas pueden impactar negativamente la calidad de vida, limitando la capacidad para realizar actividades cotidianas y ejercicios. Además, es fundamental que la paciente esté en buena salud general, sin enfermedades crónicas no controladas que puedan incrementar los riesgos quirúrgicos.
¿Cómo es el proceso de recuperación y qué cuidados son necesarios?
A diferencia de lo que muchas pacientes podrían imaginar debido a la extensión de las cicatrices, el nivel de dolor postoperatorio es sorprendentemente bajo. De hecho, muchas se sorprenden por la ausencia de dolor significativo, preguntándose cuándo comenzará a dolerles.
La recuperación postoperatoria suele ser bastante manejable, con molestias mínimas. Las pacientes suelen recibir el alta hospitalaria al día siguiente de la cirugía, y desde hace varios años no se utilizan drenajes, eliminando la necesidad de retirarlos posteriormente.
¿Cuáles son los riesgos y posibles complicaciones de la reducción mamaria y cómo se pueden prevenir?
Las complicaciones potenciales son generalmente locales y están relacionadas con el sufrimiento de los tejidos, siendo la zona de mayor riesgo la unión de la cicatriz vertical con la horizontal en el surco submamario. Estas complicaciones son más comunes en pacientes fumadoras, hipertensas o diabéticas, lo que hace crucial una cuidadosa selección de las candidatas.
Por esta razón, se recomienda que las pacientes fumadoras dejen de fumar al menos dos meses antes de la intervención. Ante cualquier inquietud, es esencial consultar con un cirujano especializado y con experiencia en este tipo de procedimientos para minimizar riesgos y asegurar un resultado óptimo.