La melanina no solo es la encargada de proporcionar a la piel su color natural, sino que nos protege frente a los rayos solares. Es decir, la melanina se oxida al entrar en contacto con la radiación solar provocado una tonalidad más oscura, bronceado, para protegernos de esas radiaciones pero su protección natural tiene un límite y por ello se aconseja hacer uso de cremas solares.
Sin embargo, si eres de los que sigue pensando que ponerse moreno y protector solar son incompatibles, en el mercado puedes encontrar productos capaces de activar la melanina y promover el bronceado mientras protegen de los rayos solares.
En cualquiera de los casos, si optas por un tipo de protector u otro, sigues estos consejos:
- Aplicar crema 30 minutos antes de la exposición y renovarla cada dos horas.
- Evita tomar el sol en las horas centrales del día. Desde las 12 de la mañana hasta las 17:oo horas.
- Proteger la piel, la cabeza y los ojos.
- Utilizar cremas calmantes tras la exposición solar para evitar irritaciones
- Evita que los menores de 3 años estén expuestos al sol
De esta manera podremos disfrutar de las bondades del sol como facilitar la producción de vitamina D necesaria para absorber el calcio que requiere nuestro cuerpo, y evitar sus consecuencias en el envejecimiento prematuro de la piel con la aparición de arrugas, manchas y cáncer de piel.
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