Las mamas tuberosas aparecen cuando se desarrolla el pecho durante la adolescencia y pueden llegar a crear un complejo importante en las mujeres que las padecen. Este problema genera incomodidad, porque el pecho adquiere una forma muy particular, parecida a un cono o tubo. Además, este tipo de mamas suelen ser asimétricas y con unas areolas grandes. Estas características hacen necesarias, en muchas ocasiones, la cirugía de mamas tuberosas.
¿Tengo mamas tuberosas?¿Como corregirlas?
Los pechos tuberosos se caracterizan por unas mamas que crecen hacia delante, hacia la areola, de manera que la mama adquiere una forma tubular o tuberosa. Este problema tiene su origen en una herniación de la glándula mamaria, de manera que los pechos no se pueden expandir armoniosamente.
Por otro lado, suele haber una asimetría mamaria, lo que se traduce en un seno más grande que el otro. Este hecho suele provocar incomodidad y complejo a las mujeres que sufren este problema, de manera que acaba afectando a su autoestima, personalidad y relaciones sociales.
Las causas de este problema todavía no se conocen con exactitud, pero normalmente se relaciona con una alteración genética de la piel que cubre la glándula mamaria. Esta alteración impide que el pecho se pueda expandir de forma correcta cuando se desarrollan las mamas en la adolescencia.
Es importante saber que los pechos tuberosos son una anomalía benigna, que no constituye ningún factor de riesgo del cáncer de mama ni otras patologías. Se trata de una afectación a nivel estético y, en consecuencia, emocional.
¿Cómo saber si tengo pechos tuberosos?
Existen algunas características que pueden hacer sospechar de pechos tuberosos:
- Pechos con forma de tubo o cono alargado.
- Areolas grandes.
- Asimetría mamaria.
- Puede haber un pecho tuberoso y otro sin tuberosidad.
- Tener los pechos separados de forma excesiva.
Existen tres grados diferentes de mamas tuberosas:
- Grado 1: constituyen el 50 de los casos y se caracteriza por una areola desviada hacia abajo y adentro, provocando un efecto de pecho caído.
- Grado 2: son el 25 de los casos y se caracterizan por una areola muy grande, mirando hacia abajo y con forma tubular.
- Grado 3: son menos del 25 de los casos. Se trata del caso más grave de esta patología y la mama tiene apariencia de cono.
Para corregir las mamas tuberosas, la vía de abordaje es periareolar, porque generalmente la paciente tiene unas areolas grandes que se deben reducir. De esta manera, se puede acceder a la glándula mamaria para realizar cortes y conseguir que se expanda. Cuando la mama ya está reconstruida, se coloca la prótesis mamaria con implantes anatómicos, porque dan volumen y permiten mejorar la forma de los pechos. En los casos en que exista asimetría mamaria, se podrán colocar prótesis con diferente tamaño en cada pecho.
Después de la cirugía, se dejan unos drenajes para que el líquido inflamatorio salga, evitando así que el pecho se congestione excesivamente. También se coloca un vendaje compresivo y la paciente deberá permanecer durante dos horas en una sala de recuperación. Después se podrá ir a su casa o podrá permanecer una noche ingresada en la clínica.
Generalmente, el postoperatorio va acompañado de molestias, como tensión en la piel, sensación de agujetas y peso en el pecho. Estas molestias mejoran con el paso de los días, y con medicamentos antiinflamatorios y antibióticos. Después de la cirugía, los pechos adquieren simetría y una forma natural, con un tamaño de las areolas proporcionado con relación a las mamas.