Lipotransferencia: la mejor opción de relleno facial y corporal

La lipotransferencia se ha convertido en una de las innovaciones más significativas en Cirugía Plástica en los últimos años. Este procedimiento consiste en injertar tejido adiposo del propio paciente.

Aunque esta intervención se ha realizado desde hace más de un siglo, el perfeccionamiento de la técnica y el desarrollo de cánulas e instrumental auxiliar más específicos han hecho que este procedimiento sea más relevante que nunca.

Históricamente, los cirujanos plásticos han buscado un material de relleno que sea seguro, confiable, duradero y sin efectos secundarios. Después de probar varios productos sintéticos y derivados del colágeno animal, muchos de los cuales fueron retirados del mercado por sus complicaciones, se ha descubierto que la grasa del propio paciente es completamente compatible, no produce rechazo y las complicaciones son mínimas y leves.

¿Cómo se realiza el procedimiento de lipotransferencia?

El procedimiento es relativamente sencillo. Consiste en extraer la grasa de áreas donantes como el abdomen y los muslos mediante cánulas específicas, similar a una liposucción. Estas cánulas se conectan a jeringas que recogen la grasa extraída.

La grasa recolectada se procesa para purificar su contenido mediante centrifugación, que separa los adipocitos del suero anestésico y la sangre. Los adipocitos procesados se transfieren a una jeringa más pequeña, generalmente de 1 cc, que se conecta a una cánula especial muy fina de 1 mm de diámetro.

A través de pequeñas incisiones de 1 mm, realizadas en pliegues estratégicos y poco visibles, se inyecta la grasa en el área deseada. Para obtener un buen resultado, es esencial inyectar la grasa de manera uniforme y en pequeñas cantidades en cada pase de la cánula, lo que requiere paciencia y precisión por parte del cirujano.

¿En qué áreas está indicada la transferencia autóloga de grasa?

En principio, en cualquier parte del cuerpo, pero las áreas más comunes para la lipotransferencia son la cara, los glúteos y los senos.

  • Transferencia de grasa en la cara: Un descubrimiento reciente sobre el envejecimiento facial es que no solo hay un descenso de los tejidos (laxitud), sino también una pérdida de volumen facial. Con el tiempo, los pómulos se aplanan, las mejillas se hunden y los carrillos se descuelgan, perdiendo el óvalo facial. Existen dos soluciones para corregir estos efectos: eliminar la flacidez mediante un estiramiento (lifting) y transferir grasa autóloga para restaurar el volumen perdido. Estas técnicas se pueden realizar simultáneamente o por separado.
  • Transferencia de grasa en los glúteos: Aumentar el volumen de los glúteos es otra indicación común. Mientras que en la cara se requiere relativamente poca cantidad de tejido adiposo (menos de 100 cc), en los glúteos se suelen necesitar más de 500 cc para que el cambio sea apreciable.
  • Transferencia de grasa en los senos: El aumento de senos con grasa ha sido polémico debido a la posibilidad de interferir con los hallazgos de la mamografía y enmascarar lesiones malignas. Actualmente, parece que se pueden diferenciar bien, aunque su uso en el aumento puramente estético sigue siendo controvertido. En la reconstrucción tras una mastectomía está más aceptado.
  • Transferencia de grasa en genitales: El aumento del grosor del pene con grasa autóloga es otra aplicación cada vez más solicitada, así como la restauración del volumen de los labios mayores en mujeres que lo han perdido con el tiempo. El procedimiento generalmente se realiza con anestesia local y sedación asistida por un anestesista. Los pacientes no suelen necesitar pernoctar en el hospital, ya que es un procedimiento ambulatorio.

Cuidados postoperatorios de la lipotransferencia

El postoperatorio varía según se trate de la cara o del resto del cuerpo. Aunque la intervención es poco dolorosa, la inflamación y los hematomas pueden retrasar la reincorporación social y laboral.

En la cara, generalmente se requieren dos semanas antes de que la paciente pueda reincorporarse. En los glúteos, se necesita usar una faja de presoterapia durante tres semanas y evitar sentarse en superficies duras durante la primera semana. En los senos, se recomienda llevar un sujetador permanente durante tres semanas. En los genitales, se deben evitar las relaciones sexuales durante cuatro semanas. En cualquier caso, el especialista en Cirugía Plástica proporcionará todas las indicaciones necesarias en consulta.

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