La otoplastia: una solución para las deformidades auriculares

La otoplastia es un procedimiento quirúrgico que se realiza en las orejas para corregir su separación de la cabeza, lo que comúnmente se conoce como orejas en soplillo, o para tratar otras deformidades. Las causas más comunes incluyen la formación incompleta de los pliegues del cartílago de la oreja y el agrandamiento de la parte del cartílago conocida como concha.

¿En qué consiste la intervención?

La cirugía corrige los defectos mediante suturas internas. En pacientes mayores de 12 años, se realiza bajo anestesia local con sedación y de manera ambulatoria, permitiendo que el paciente regrese a su hogar pocas horas después. Para niños entre 6 y 12 años, la intervención se lleva a cabo bajo anestesia general.

¿Quiénes son candidatos ideales para la otoplastia?

Las orejas prominentes se notan desde el nacimiento. Hasta los 6 años, las orejas continúan desarrollándose, por lo que la intervención no se recomienda hasta después de este periodo. A partir de ese momento, es importante considerar la cirugía, ya que el problema no se resolverá espontáneamente. Es fundamental que el grado de separación de las orejas, generalmente diferente en cada una, se corrija de manera simétrica durante la intervención.

La primera consulta

Si ha decidido someterse a una otoplastia, lo primero es elegir un cirujano plástico cualificado, con título oficial y experiencia en este tipo de intervención. En la primera consulta, debe comunicar claramente sus deseos al cirujano, quien le explicará en qué consiste la intervención y le dará una visión completa del proceso, desde la hospitalización hasta el alta definitiva, unos meses después.

El cirujano evaluará su salud general, examinará los pliegues del cartílago auricular, el tamaño de la concha cartilaginosa y cualquier asimetría o defecto en las orejas. Finalmente, se elaborará un presupuesto y se solicitarán pruebas preoperatorias, como un análisis de sangre completo y un electrocardiograma.

La segunda consulta

Si está satisfecho con el presupuesto y el cirujano, en la segunda consulta se realizarán las pruebas para verificar su buen estado de salud, se proporcionarán instrucciones preoperatorias, se tomarán fotografías, se firmarán los consentimientos informados y se programará la fecha de la intervención.

Debe estar en ayunas desde seis horas antes de la cirugía y evitar medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico (aspirina, couldina, etc.) desde diez días antes hasta cinco días después de la operación.

El día de la intervención

La otoplastia se realiza de forma ambulatoria, por lo que no es necesario ingresar en una habitación de hospital. El cirujano lo recibirá en una sala previa al quirófano, donde marcará con rotulador el área a intervenir. La operación dura entre una y dos horas y se realiza bajo sedación, por lo que no sentirá dolor. La única incisión se realiza detrás de la oreja, por lo que la cicatriz no será visible.

Después de la intervención, el paciente permanecerá en una sala de recuperación con una malla médica en forma de pasamontañas y analgésicos hasta recuperarse completamente. Al recibir el alta, podrá regresar a su hogar plenamente consciente. Al día siguiente, deberá acudir a la clínica para la primera cura y evaluación de su evolución.

El postoperatorio de la otoplastia

El dolor postoperatorio es moderado y suele limitarse a las primeras 24 horas. Durante las dos semanas siguientes, es necesario dormir con la malla para proteger las orejas durante el sueño.

Una semana después, se retiran todos los puntos. Aunque hay excepciones, más del 90% de los pacientes se sienten bien una semana después de la cirugía y pueden reanudar sus actividades laborales. Durante las dos primeras semanas, se deben evitar actividades físicas extenuantes, como correr o ir al gimnasio, y no usar casco. Si usa gafas, puede seguir usándolas protegiendo la cicatriz detrás de la oreja con una gasa.

Cuando la otoplastia es realizada por un cirujano plástico cualificado, los resultados suelen ser satisfactorios. Sin embargo, como en cualquier cirugía, pueden surgir complicaciones como infecciones o hematomas. Para prevenirlas, se administrarán los antibióticos adecuados y se realizarán consultas regulares durante las primeras semanas.

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