En el último simposio organizado con motivo del 14º Congreso Mundial de Medicina Estética y Antiaging (AMWC) se ha llegado a la conclusión de que las mujeres africanas y las asiáticas poseen una mejor genética y en consecuencia tardan más en tener arrugas.
El envejecimiento cutáneo se acelera cuando hay procesos de adelgazamiento y engorde frecuentes. La piel se ve sometida a tensiones y en consecuencia se altera. Perdemos grasa facial y esto genera flacidez.
El sol es otro de los factores clave que envejecen la piel ostensiblemente y que por tanto hay que controlar cuando se llega a cierta edad. El sol destruye las fibras de colágeno y elastina y hace perder flexibilidad.
Ciertos hábitos de vida como una mala alimentación carente de frutas y verduras, el tabaquismo, el alcohol o la falta de sueño influyen mucho en la aparición de arrugas.
Los retoques con ácido hialurónico se emplean para los rellenos dérmicos. Con este producto, una cara cansada o triste puede modificarse sin que se note demasiado. Las zonas del mundo donde más conciencia hay de la importancia de esto es en Norteamérica y en el oeste de Europa.
Coger a tiempo el envejecimiento de la piel es fundamental para que el deterioro progresivo posterior sea más lento.