Con el fin de continuar desvelando las falsas creencias y conocer las verdades sobre los implantes mamarios seguimos conociendo las dudas más frecuentes:
- Los implantes mamarios afectan a la lactancia y dificultan la detección de un cáncer de mama. Falso. Aunque hay que tener en cuenta dos aspectos: el primero de ellos es asegurarnos que la prótesis utilizada esté colocada de forma adecuada, es decir, en posición subpectoral, así no supondrá ningún obstáculo para el diagnóstico con mamografías y resonancias.
Por otro lado, si la paciente ha sido madre recientemente, debe dejar un margen de reposo de 6 meses después del parto para que el cuerpo se recupere. La silicona utilizada en los implantes es totalmente inocua para el cuerpo humano y muy presente en nuestras vidas desde que nacemos (chupetes, tetinas de los biberones, etc.) por lo que no hay mayor problema. Nos obstante hay una excepción en la lactancia, que se seccionen los conductos mamarios que desembocan en el pezón, aunque esto no tiene porque ocurrir.
- El implante mamario redondo es mejor que el implante mamario en forma de gota de agua (anatómicas). Falso. La elección entre uno y otro depende de la decisión del paciente. Algunas mujeres eligen los implantes redondos porque añaden más elevación y proporción. Mientras tanto, otras optan por la forma de gota de agua porque consideran que queda más natural.
- El implante puede romperse. Verdadero. Aunque hoy en día las siliconas no tienden a moverse ni romperse. Si se produjera una rotura, el cirujano puede sacar el implante roto y poner otro sin problema.