Hirsutismo; Síntomas y diagnóstico.

El hirsutismo es la acumulación excesiva de vello en zonas ‘no habituales’ por culpa de un desequilibrio hormonal. Es un problema estético que afecta a muchas mujeres y que también puede implicar ansiedad y rechazo social.

Síntomas del hirsutismo

Se basan en el exceso de pelo. Este se caracteriza por ser grueso y pigmentado en zonas donde no suele haber vello en la mujer como en la cara, en el pecho y en la periferia de los pezones, en la zona baja del abdomen, o en la espalda.

Existen otro grupo de síntomas y signos que derivan del proceso de virilización que en ocasiones acompaña al hirsutismo. Hay mujeres en las que puede apreciarse un carácter más grave o profundo de la voz, aparición de acné muy manifiesto, disminución del tamaño de las mamas, una clitoromegalia o aumento del tamaño del clítoris y una perdida del contorno corporal femenino, adquiriendo un aspecto masculino.  Las alteraciones en los ciclos menstruales suelen ser la norma, pudiendo no existir como suele suceder en mujeres con ovarios poliquísticos.

En casos de hipotiroidismo o aumento de prolactina, puede asociarse el exceso de pelo con la secreción inapropiada de los pezones, y en los casos asociados a los trastornos de las glándulas suprarrenales aparecerán además hipertensión arterial, obesidad del tronco, estrías en los costados de aspecto violáceo, así como debilidad muscular generalizada, como ocurre en el hirsutismo asociado a la enfermedad de Cushing.

Diagnóstico del hirsutismo

El hirsutismo es solo una señal de que en algún otro lugar del cuerpo hay algo que no está funcionando adecuadamente. Por este motivo, es importante identificar los casos ya que pueden facilitar el diagnóstico de enfermedades tratables.

Son imprescindibles dos cosas: por un lado, el estudio de la historia clínica de la paciente, ya que el 50% de las mujeres que padecen este trastorno tienen antecedentes familiares. Por otro lado, el diagnóstico del hirsutismo es el examen físico. Para obtener un diagnóstico correcto, es preciso tener en cuenta que existen otras manifestaciones, patológicas o no, de crecimiento del vello corporal.

Para evaluar la presencia y el grado de un caso de hirsutismo los especialistas suelen emplear la escala de Ferriman Gallaway. A través de ella se mide el grado de crecimiento del pelo en nueve zonas del cuerpo, catalogadas de andrógeno-dependientes.

Datos como la edad en la que se observa la aparición de los signos, o la progresión de los mismos, así como el resto de manifestaciones que acompañen a cada caso, serán fundamentales para hacerse una idea de a qué tipo de problema se enfrenta la paciente y la gravedad del mismo.

Un caso de hirsutismo que aparece en una mujer adulta, con un progreso brusco y severo, debe activar la alarma, ya que con gran probabilidad los síntomas correspondan a un tumor secretor de andrógenos. Si presenta alteraciones en el ciclo menstrual o ausencia del mismo, la búsqueda se orientará a encontrar una patología precursora de hiperandrogenismo.

Si se observan alteraciones como presencia de acné, obesidad, estrías, etc. es posible que se trate de un caso de Síndrome de Cushing y si hay muestras de virilización pueden ser indicativas de la presencia de un tumor ovárico o suprarrenal. Además, debe descartarse que la aparición del trastorno haya sido causada por el consumo de algún tipo de medicación.

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