Bolsas, acné, ojeras, piel apagada y manchas, son las imperfecciones más comunes que sufre la piel del rostro. ¿Cómo tratar cada una de ellas?
- Acné: los cambios hormonales, la mala alimentación, el ambiente o incluso los medicamentos, han hecho que los granos proliferen hasta pasada la pubertad. Si con tratamientos estéticos no consigues remediarlo, acude al dermatólogo para descartar problemas hormonales.
- Manchas y piel apagada: El sol es el principal motivo, pero a él se le suman otros motivos como los anticonceptivos, el postparto o medicamentos que provocan alteraciones en la pigmentación y en la textura de la piel deshidratándola. Se pueden corregir con cosmética o tratamientos con láser. Para no volver a preocuparse por las manchas, hay que usar protector solar durante todo el año, no solo en verano.
- Contorno de ojos: La piel de esta zona es especialmente sensible al paso del tiempo. Y en ella se pueden marcar bolsas y ojeras debidas a la acumulación de líquidos, toxinas o falta de sueño que ofrecen una imagen más avejentada. Lo aconsejable es tratarlos con texturas ligeras y específicas para la zona, que aporten hidratación, pero no densidad. Al aplicarlas hay que hacerlo con pequeños toquecitos con el dedo anular, evitando presionar y arrastras la piel.
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