Una de las mayores preocupaciones de las mujeres al ir cumpliendo años es que el pecho se vuelva flácido, pierda la elasticidad y la firmeza de la juventud y se produzca la caída del pecho inevitable.
Cómo evitar la caída de los pechos
Es evidente que la edad influye, además de los cambios hormonales y la lactancia. Hay, sin embargo una serie de actos y hábitos que contribuyen a la caída y que podríamos evitar:
- El uso de un sujetador no adecuado al pecho. No usar la talla correcta puede perjudicarnos a largo plazo. Y dormir con sujetador no es la solución, ya que sin él, la mama recibe un masaje natural muy positivo.
- El alcohol o el tabaco hace que perdamos colágeno en la piel, y en consecuencia disminuya el riego sanguíneo, lo que provoca la flacidez y la falta de elasticidad.
- La exposición solar excesiva del pecho y el escote y el consecuente envejecimiento de la piel afecta a los pechos de manera negativa.
- Los cambios de peso también afectan a la elasticidad de la piel, así como la ausencia de ejercicio.
- Aplicando cremas hidratantes específicas y haciendo ejercicios destinados a fortalecer la musculatura corporal podemos prevenir la caída del pecho.
Si la caída ya se ha producido, la cirugía de elevación de mama puede ser muy recomendable, siempre con un estudio médico previo.