A través de la cirugía estética o el lifting tratamos de atenuar los efectos del tiempo en el rostro de quienes lo desean. Se trata de mejorar la posición de las organizaciones y restaurarlas a donde estaban hace 12 o 14 años. El objetivo básico era la naturalidad del resultado, es decir, no crear un efecto máscara en el rostro, sino dar una sensación de relajación y bienestar. Y, con este resultado global, se consiguen resultados duraderos -a lo largo de muchos años- y mejoras en la organización a lo largo del tiempo.
¿En qué consiste el lifting?
Evidentemente, para conseguir lo que queremos tenemos que pasar a la acción, es decir, no podemos hacer una mínima operación para conseguir un buen resultado. Para lograr buenos resultados, debemos operar todos los elementos estructurales de la anatomía facial.
Sin embargo, el acceso siempre es lo más limitado posible, pero tiene que ser lo suficientemente amplio para poder colocar estos tejidos donde deben estar, en su ubicación natural, donde estaban hace años, pero siempre tratando de hacer este tipo de cirugía, Si bien se deben tomar medidas, la recuperación lo antes posible.
Técnicas del lifting
Al levantar el tercio inferior de la cara y el cuello, no nos limitamos a estirar la piel, por otro lado, no se debe tensar demasiado para evitar este signo de estiramiento excesivo, la piel no está diseñada para tensarse, otra. mano, los planos profundos, la fascia y los músculos, si pueden soportar la tensión, entonces tenemos que afectarlos tensando estos tejidos lo suficiente y luego reposicionando suavemente la piel sin ponerla bajo tensión. De esta forma, obtenemos resultados no solo más duraderos, sino también más naturales.
Los candidatos ideales para este procedimiento suelen ser personas que quieren corregir la laxitud en el tercio inferior de la cara y el cuello. El rostro ovalado de estas personas ha desaparecido u oscurecido, y a esta zona del mentón la llamamos papada o papada, junto con depósitos de grasa o bandas de platisma colgando de cuerdas.
Muchas veces utilizamos sedación profunda, que va asociada al uso de anestesia local, para que podamos trabajar con tranquilidad, sin molestias para el paciente y recuperarnos lo suficientemente rápido como para que el paciente se vaya a casa al día siguiente.
Esta es una de las preguntas que más frecuentemente se nos hace y que es realmente difícil de concretar, puesto que dependerá de la evolución del post-operatorio. Hay personas que se hinchan más, hay personas que se hinchan menos, hay quién fabrica morados después de una cirugía y hay quién apenas presenta este tipo de problemática. En función de eso, la recuperación estará entre la semana y los 15 días.
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