El paso de los años, el embarazo, amamantar, o que la piel que sujeta el pecho pierda elasticidad… son los motivos principales por los que la gente se somete a una mastopexia, o más conocido como elevación de mamas, en la que no solo se eleva el pecho sin que también se puede aumentar un poco el volumen, dar forma e incluso reducir el tamaño de la aréola
Se recomienda en casos en los que la mama no es excesivamente grande en volumen y la caída no es muy importante
Cómo es la cirugía de elevación de mamas
Tras una evaluación del tamaño y la forma del pecho, y las distintas técnicas quirúrgicas se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, y la necesidad de ingresar o no en la clínica donde se realice la cirugía y los costes de la intervención.
Los efectos de la elevación de mamás son duraderos a no ser que se sufran cambios que puedan llegar a producir de nuevo la caída como embarazos, variaciones de peso o la edad.
La mastopexia dura entre 1,5 y 3,5 horas y las incisiones comprenden un área de la mama situada en la parte de piel que se va a quitar y que colocará el pezón y la aréola en su nueva posición más elevada. Las suturas se colocan alrededor de la aréola, en una línea vertical hacia abajo desde la aréola y a lo largo del surco de debajo de la mama. Si la mama es pequeña y está poco caída la incisión se coloca solo alrededor de la aréola.
En el próximo post hablaremos del pos operatorio y de la información qué debemos aportar al cirujano antes de la intervención.