Las cirugías estéticas ya no están tan alejadas de nuestro vocabulario como antes, ni tampoco los servicios que brindan. A día de hoy, cualquiera que se proponga pasar por el quirófano por motivos estéticos consigue conseguirlo. Aunque a menudo se escuchan palabras como mamoplastia o mastopexia, no sabemos exactamente qué cirugía es.
Diferencia entre mamoplastia y mastopexia
Ambas son operaciones de la mama femenina, la mama es una de las partes del cuerpo que más nos define y nos lo tomamos más en serio. Demasiado grande, demasiado pequeño o caído: Corrija su volumen y posición correcta con mamoplastia y mamopexia. No todas las mujeres se someten a estas intervenciones por motivos estéticos, sino también médicos (p. ej., reducción de mamas por el peso que cargan en la espalda) y psicológicos.
Mamoplastia
La mamoplastia consiste en cambiar el volumen y la forma de la mama. Los dos tipos que existen son la mamoplastia de aumento y la mamoplastia de reducción. El aumento de mamas se realiza mediante la introducción de prótesis o grasa autóloga. La cicatrización es pequeña y depende de cómo se colocó el implante: en la axila, alrededor de la areola o en el pliegue submamario. Se requiere un día de ingreso y 1 a 2 semanas de descanso después de la cirugía antes de volver a un ritmo de vida normal.
Reducción debido al aumento de tamaño de los senos: El objetivo de la mamoplastia es eliminar el exceso de tejido mamario (grasa y piel) que aporta un volumen desproporcionado al seno. La cicatriz es pequeña y en una zona poco visible: verticalmente desde la areola hasta el pliegue inframamario, y en ocasiones también perpendicular a la forma del pliegue. Generalmente, los pacientes son hospitalizados durante 1-2 días y regresan a la vida diaria en unos 15 días.
Mastopexia
La mastopexia es una cirugía estética para los senos caídos. La ptosis mamaria excesiva, llamada ptosis, se produce cuando la piel de la mama cede debido al peso o a la hinchazón de la piel (edad, embarazo, volumen). Es común que los senos pierdan firmeza y se caigan. Esa zona, incluido el escote, solo se aguanta con la propia piel. No hay huesos para sostenerlo, por lo que mantener los pectorales apretados es crucial si quieres tener senos firmes.
En este caso no se modifica el volumen pero sí la posición. La piel estirada desde la areola hasta el cuello ha cedido demasiado. El exceso de piel se elimina, por así decirlo, se «acorta». La posición de la areola y el pezón es elevada, y ya no hay (o menos) contacto entre la piel de la mama y el pliegue submamario.
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