La liposucción es un procedimiento quirúrgico diseñado para eliminar el exceso de grasa localizada en varias áreas del cuerpo, como la papada, los brazos, el abdomen, las caderas, entre otras, que pueden afectar la estética corporal. Esto permite mejorar y armonizar la silueta corporal.
Usando cánulas delgadas de 2 a 4 mm conectadas a un sistema de aspiración, se extrae la grasa de manera precisa. A menudo, este procedimiento se combina con otros, como la abdominoplastia o la lipotransferencia, para aprovechar la grasa extraída y mejorar la calidad de la piel o aumentar el volumen en otras áreas del cuerpo.
¿Quiénes son los candidatos ideales para la liposucción y qué factores se consideran al evaluar la idoneidad de un paciente?
Los candidatos ideales para la liposucción son aquellos con un peso normal pero con acumulaciones de grasa localizada en diferentes partes del cuerpo, que no pueden eliminarse a pesar de la actividad física y una dieta saludable.
Antes de la cirugía, es crucial que el paciente mantenga un estilo de vida saludable y tenga un peso estable. También se recomienda evitar el tabaco para reducir al mínimo los riesgos asociados con la intervención.
¿Cuáles son las diferencias entre la liposucción tradicional y las técnicas modernas?
La liposucción tradicional implica la inyección de una solución para disolver la grasa antes de ser aspirada. En contraste, la liposucción asistida por láser usa tecnología láser para fragmentar la grasa, lo que permite una aspiración menos traumática con cánulas más pequeñas. Esta técnica es ideal para áreas más pequeñas como la mandíbula o la región facial.
La liposucción ultrasónica, por otro lado, disuelve la grasa mediante vibraciones, siendo efectiva para eliminar el exceso de grasa en áreas más densas y fibrosas, como el pecho masculino o la espalda.
¿Cómo es el proceso de recuperación después de la liposucción y cuáles son los cuidados necesarios para optimizar los resultados?
Después de la liposucción, es común usar una faja o prenda de presoterapia durante al menos un mes para ayudar a la recuperación. Se deben evitar el tabaco y los esfuerzos físicos durante varias semanas.
Es recomendable caminar cortas distancias desde el primer día para ayudar a reducir la inflamación, y se pueden realizar sesiones de fisioterapia, como masajes de drenaje linfático, para facilitar la recuperación. Las molestias postoperatorias, como la hinchazón y la sensación de tensión, disminuirán gradualmente con analgésicos recetados.
¿Cuáles son las expectativas realistas respecto a los resultados y cómo mantenerlos a largo plazo?
La liposucción puede eliminar el exceso de grasa que no responde a la dieta y el ejercicio, pero no es una solución para la obesidad. Para mantener los resultados a largo plazo, es importante mantener un estilo de vida saludable con dieta y ejercicio regular, así como seguir las recomendaciones postoperatorias del equipo médico para garantizar un resultado óptimo.