Tras haberse sometido a una liposucción, hay que tener en cuenta una serie de cuidados para evitar complicaciones y conseguir el efecto buscado.
Cuidados tras la liposucción
Los resultados de una liposucción son permanentes aunque si el paciente gana peso lo hará también la zona tratada, pero sin perder la nueva silueta. Para evitar complicaciones es importante seguir las indicaciones médicas, entre las que se encuentra llevar una faja compresiva día y noche durante seis semanas y se aconsejan masajes de drenaje linfático dos veces por semana las primeras seis semanas, y no exponerse al sol ni hacer gimnasia durante seis semanas.
El uso de las fajas o vendajes compresivos es fundamental, puesto que su finalidad no es otra que ayudar a la piel a que recupere la forma y se contraiga una vez que se han eliminado los depósitos grasos que había en su interior.
El médico puede igualmente recetar algunos medicamentos para evitar posibles infecciones, o antiinflamatorios para reducir la hinchazón provocada por la operación.
Efectos adversos de la liposucción
¿Sabías qué la liposucción se inventó en 1974 y que no fue hasta tres años después cuando un cirujano francés decidió aplicar esta técnica con fines estéticos? En estos casi 40 años esta intervención ha sufrido muchos cambios y adelantos que hacen que sea hoy una técnica mucho más segura. Sin embargo, no podemos olvidar de que se trata de una operación quirúrgica y, como todas ellas, entraña unos riesgos que debe conocer el paciente que decide someterse a ella.
Los riesgos de esta técnica son mayore, en los casos en los que sea necesario extraer una gran cantidad de grasa o cuando se trabaje en zonas muy grandes del cuerpo pero, como en cualquier otra cirugía, pueden aparecer complicaciones en intervenciones menores.
Las pruebas preoperatorios son fundamentales para tratar de minimizar esos riesgos, y cumplir a rajatabla los consejos médicos es igual de necesario.