La flacidez en los muslos es uno de los problemas que actualmente más preocupan a la sociedad. Es por ello que muchos se someten a este tratamiento, una cruroplastia. A continuación, hablaremos de esta técnica, sus procedimientos y resultados.
Cruroplastia, el lifting de muslos
Se trata de una técnica quirúrgica que tiene la finalidad de corregir la piel de las piernas que se ha descolgado por una pérdida de peso importante. Puede usarse también para mejorar el contorno corporal de la zona por motivos estéticos. Consiste en eliminar la flacidez en los muslos, es decir, el exceso de piel o de grasa.
Se puede realizar en vertical u horizontal, por lo que puede eliminarse la flacidez en partes muy concretas del muslo. se hace mediante una incisión, que se localizará en la zona concreta que necesite el paciente. Ésta puede hacerse en la cara interna de la ingle, en el pliegue del glúteo o en la cara interna de éste. Estas son siempre proporcionales a la cantidad de piel resecada, y se hacen siempre pensando en dejar cicatrices lo menos visibles posible.
Tras la cirugía, lo más frecuente es que se necesite ingreso hospitalario durante un día. Es importante que empiece a andar lo antes posible, aunque en un principio no debe estirar las piernas en sentido lateral. Será el doctor quien indique cuando podrá realizar ejercicios fuertes, aunque lo normal es a las 2 semanas. Debe conocer la vida del paciente antes de la operación, lo que le permitirá darle indicaciones claras de lo que puede y no puede hacer una vez se someta a la intervención.
La cruroplastia es una técnica muy segura, aunque en ocasiones es posible que existan complicaciones y riesgos en el postoperatorio que deben de ser discutidos con el cirujano en detalle. Es importante que los fumadores dejen de fumar dos semanas antes de la cirugía y en ocasiones, se pueden realizar correcciones de cicatriz a los 6 meses de la intervención.
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