Hoy os queremos hablar de una técnica en cirugía plástica que consiste en inyectar nuestra propia grasa en partes del cuerpo a las que queremos aportar más volumen. Es lo que llamamos en cirugía plástica ‘lipofilling corporal’ o ‘lipotransferencia’.
Desde al aumento de pecho o de glúteos hasta el relleno de arrugas, son varias las posibles utilidades que, como siempre en este campo, van destinadas a que nos sintamos mejor con nuestro cuerpo.
Antes de someterse a esta técnica hay que hacer un estudio preoperatorio en el que se realizarán análisis de sangre, electrocardiogramas y otro tipo de pruebas destinadas a que el resultado sea todo un éxito y el paciente se encuentre en perfectas condiciones.
Las células adiposas se extraen con la liposucción de las zonas donde hay mayor número y se eligen las más jóvenes para inyectarlas en las zonas elegidas para rellenar.
Pueden conseguirse los efectos deseados en una o dos sesiones, pero a veces son necesarias más sesiones.
Una de las grandes ventajas de esta intervención es que apenas quedan cicatrices, y además las células se autorregeneran, por lo que sus efectos se mantienen con el tiempo.