No podemos decir que el verano sea mejor o peor época para realizarse una cirugía. Lo cierto es que en esta estación las operaciones de cirugía estética aumentan un 30%. No obstante, las cirugías estéticas que menos se recomiendan durante el verano son las faciales ya que en esta época el sol irradia con más fuerza y la piel del rostro es la más difícil de proteger.
Cirugía en verano, ¿sí o no?
De hecho, el sol es el principal enemigo de nuestra piel. Durante las primeras semanas tras la operación se debe evitar el sol lo más posible y poner un filtro de protección solar lo más alto posible.
Sin embargo, hacerse una intervención quirúrgica en verano también comporta algunas ventajas. Por un lado, al llevar ropa más holgada, las cicatrices estarán más aireadas y rozarán menos con la piel.
Existe un mito sobre el sudor y la cicatrización. Se cree que el sudor perjudica las cicatrices, pero eso no es cierto. De hecho, sucede al contrario, las glándulas sudoríparas contienen células madre que son unidades anatómicas esenciales para el proceso de cicatrización.
Por otro lado, el verano suele ser una época relajada y por ello resulta un buen momento para superar el postoperatorio.