La cirugía bariátrica por laparoscopia se ha convertido en la elección principal para abordar la obesidad, incluso en casos de cirugía previa realizada mediante laparotomía.
Basándonos en recomendaciones científicas respaldadas por estudios exhaustivos y publicadas por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, la cirugía bariátrica debe considerarse en los siguientes casos:
- Pacientes con IMC mayor de 40: Esta intervención se recomienda en aquellos individuos con un índice de masa corporal (IMC) que excede los 40, indicativo de obesidad severa.
- Pacientes con IMC entre 35 y 39 que padecen síndrome metabólico o patologías agravadas por la obesidad: En esta categoría, la cirugía bariátrica es aconsejada si el paciente tiene un IMC entre 35 y 39 y presenta síndrome metabólico (como diabetes del adulto, hipertensión, hiperlipemia, hiperuricemia) o enfermedades importantes cuya evolución o pronóstico se ven significativamente afectados por la obesidad (como osteoartritis, problemas pulmonares o cardíacos, accidentes cerebrovasculares, apnea del sueño o enfermedades reumáticas).
¿Cómo se lleva a cabo la Cirugía Bariátrica Laparoscópica?
La cirugía bariátrica laparoscópica, también conocida como cirugía mínimamente invasiva, implica la realización de pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se operará utilizando trocares, que funcionan como tubos. Estos procedimientos permiten realizar la cirugía con mayor precisión y delicadeza gracias a la visualización aumentada de los órganos intraabdominales.
Ventajas de la cirugía bariátrica por laparoscopia
La laparoscopia ofrece numerosas ventajas, incluyendo:
- Recuperación más rápida: Los pacientes suelen experimentar menos molestias y pueden regresar a sus hogares más pronto. Esto es especialmente importante en el tratamiento de la obesidad, donde se busca evitar incisiones grandes.
- Recuperación laboral temprana: La mayoría de los pacientes pueden volver al trabajo en tan solo quince días después de someterse al procedimiento laparoscópico. Sin embargo, la rapidez de la vuelta al trabajo dependerá de la naturaleza del empleo del paciente.
¿Pueden surgir complicaciones y requerir cirugía abierta en casos de cirugía laparoscópica?
Las operaciones de obesidad, como cualquier intervención quirúrgica, conllevan ciertos riesgos. Sin embargo, estos riesgos siempre deben ser mucho menores que los riesgos asociados con la obesidad no tratada.
Con una especialización adecuada y el acceso a tecnología avanzada, las operaciones de obesidad actuales presentan una frecuencia de complicaciones comparable a las cirugías comunes, como la extirpación de la vesícula biliar o el apéndice. Según la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, la mortalidad potencial es inferior al 0,5%, y la morbilidad quirúrgica oscila entre el 2% y el 7%.
La preparación preoperatoria del paciente, el enfoque quirúrgico y anestésico, y la atención posterior son factores críticos para prevenir complicaciones y se deben llevar a cabo en todos los casos.
Resultados de la cirugía bariátrica
Existen diferentes técnicas en la cirugía bariátrica, como la gastrectomía vertical y el bypass gástrico, ambas realizadas por laparoscopia. Los resultados incluyen:
En un estudio de 2018, publicado en la revista Obesity Surgery, se encontró que los pacientes sometidos a gastrectomía vertical experimentaron una pérdida promedio del 83,4% del exceso de peso corporal a los 12 meses después de la cirugía y una tasa del 96% de remisión de la diabetes tipo 2.
La mayoría de los pacientes sometidos a bypass gástrico pueden perder entre el 70% y el 80% de su exceso de peso, lo que equivale a 50-60 kilogramos según el paciente. Los pacientes suelen estar muy satisfechos con los resultados de esta cirugía.