Este tipo de cirugía es común para personas que padecen obesidad y recurren a la cirugía bariátrica como manera rápida de perder peso. Lo cierto es que existen muchos mitos alrededor de esta cirugía, no es mágica.
No cura la obesidad, sino que ayuda a resolver el exceso de peso y a poder controlarlo. La obesidad es una enfermedad crónica que se debe tratar y si, el paciente se compromete a modificar sus conductas alimentarias puede tener gran éxito. La cirugía bariátrica no “cura” la obesidad sino que permite controlarla. La situación metabólica es un factor que va a permanecer en el tiempo.
Tras la cirugía el paciente experimenta una gran pérdida de peso, lo importante es que sea un proceso lento, progresivo y ante todo saludable. Una vez alcanzado el “peso ideal” el objetivo es mantener ese peso logrado. Es esencial dejarse ayudar para controlar malos hábitos que pueden modificarse y que llevaron al paciente a la obesidad. Este tipo de cirugía es invasiva, es periodo de recuperación es breve, por lo que, puedes irte a casa pasados varios días. En ocasiones existen pacientes que necesitan un mayor reposo.
Un mito muy común es pensar que el estómago se achica y que quita el apetito. Lo cierto es que disminuye el deseo de comer pero no elimina todo deseo. Otra duda que existe es si se deberá tomar vitaminas de por vida. Hay pacientes que pueden sufrir déficit en los niveles de vitaminas y minerales. Esto tendrá que ser compensado mediante suplementos vitamínicos pero no serán de por vida.
En cuanto a la actividad física, será vital practicar deporte pero de forma gradual y supervisado para evitar lesiones. Desgarros o esguinces.