La mayoría de personas no sabe en qué consiste un relleno de ácido hialurónico, ni conocen la diferencia entre este y el botox. En casi todas las ocasiones cuando vemos a un famoso con aspecto «raro» le echamos la culpa al botox cuando en realidad puede ser un mal relleno o viceversa.
¿Qué es el botox?
Es el nombre que se utiliza para referirse a la toxina botulínica que es una toxina que tiene la capacidad de dormir o paralizar temporalmente un músculo o partes del mismo.
En el caso de las aplicaciones del botox con fines estéticos, solo se puede utilizar en la parte superior de la cara como es la frente, entrecejo y patas de gallo. Su aplicación consigue paralizar los músculos que generan las arrugas de expresión. De esta forma las arrugas se atenúan, se levanta la mirada y la cara tiene aspecto de haber descansado.
En un tratamiento da botox la experiencia del médico que lo realiza es importantísima, ya que parte del resultado depende de las manos que lo aplican. El objetivo es conseguir un resultado natural, quitar las arrugas sin que se pierda la expresividad.
La mala praxis puede tener como consecuencia un aspecto artificial, pérdida de la expresividad y puede llegar a caerse un poco la zona tratada. Esto sucede en casos excepcionales.
Para un tratamiento con botox no hay una edad definida, ya que depende de cada piel y la facilidad para generar arrugas. Se puede usar como tratamiento preventivo, utilizando menos cantidad y quedando un resultado más natural y duradero. O como tratamiento reparador para personas que ya tienen marcadas las arrugas de expresión.
En general, una buena edad para empezar es desde los 28-30 años y puedes seguir usándolo hasta después de los 60 años. En la siguiente entrada hablaremos del ácido hialurónico y cómo diferenciar si una persona lleva ácido hialurónico o botox.
Follow