Actualmente la abdominoplastia es una de las operaciones de Cirugía Plástica más elegida, tanto por mujeres como hombres, para estirar y eliminar el exceso de grasa y piel sobrante, obteniendo una silueta esbelta de forma permanente.
¿Qué abdominoplastia esta indicada en cada caso?
La operación consiste en un estiramiento de piel y un tensado de los músculos internos, los cuales están ya flácidos por el efecto del sobrepeso y los embarazos. Muchas veces se combina la abdominoplastia con la liposucción para conseguir un abdomen plano.
Existen 3 tipos de abdominoplastia, que se emplean en función de la cantidad de grasa a eliminar y la piel sobrante del paciente:
- Miniabdominoplastia: Se utiliza en los casos más leves, y tan solo quedará una incisión del tamaño de la cicatriz de una cesárea.
- Abdominoplastia horizontal: Se utiliza para los casos intermedios, la cicatriz resultará un poco mas larga que la de la miniabdominoplastia.
- Abdominoplastia circunferencial: Se utiliza para los casos más graves de pérdidas masivas de peso, donde se estirará la zona de abdomen y también la zona de la espalda.
La abdominoplastia inversa es una técnica específica que se utiliza para casos muy concretos de pacientes que combinan la mastopexia de elevación o reducción de mama con un estiramiento leve del abdomen. Esta cirugía combinada es también conocida como “Mommy Makeover”, ya que es un procedimiento muy popular tras el embarazo, proceso en el cual tanto el abdomen como los pechos han sufrido los cambios propios de la dilatación de la piel.
Antes de una abdominoplastia siempre es muy importante mantener una buena hidratación de la piel y una dieta para minimizar la retención de líquidos. El postoperatorio si que puede variar en función del tipo de abdominoplastia, desde los cuidados de hidratación típicos de una cicatriz con aceite esencial a masajes más específicos.
La mejoría estética del abdomen es visible desde el día 1 después de la cirugía, aunque el resultado va a ir mejorando a medida que vaya cediendo la inflamación. El resultado se considera definitivo a los 3 meses de la operación. Para conseguir los mejores resultados es muy importante llevar una faja de compresión durante el primer mes tras la operación, así como seguir las recomendaciones dietéticas del especialista para reducir la retención de líquidos.